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¡Qué día tan delicioso!
Hoy he pasado por la calle donde aún se conserva la casa en la que nací.
Desde su balcón se puede ver el río Duero, el correr de sus aguas con ese sonido singular al pasar bajo los ojos del puente romano, bellos amaneceres, oir el trinar de los pájaros, sentir el aroma de los árboles y las flores.
El suelo de mi calle es empedrado, conservado así desde la época de los romanos.
En ella existe un portillo, también de esa época, y junto a él, unas escaleras para poder bajar al Paseo del Carmen.
Para mí, éste es como el Paraíso.
Allí, se acercaban para jugar, muchos niños y niñas acompañados de sus padres.
¡Adoro mi calle!
En ella quedaron todos mis recuerdos y seres queridos, además de mis ilusiones de niña y jovencita.
Toro es una ciudad muy bonita, con preciosos miradores, el Carmen, aquel paseo tan animado del que sólo quedan algunos rosales y árboles.
Cuánta ilusión hacía contemplar desde allí la vega y sus viñedos, y ver cómo subían aquellas uvas negras que llenaban los carros y tractores, esperando después, en la calle de San Lorenzo, para que Luís (amigo de mi padre) abriera las puertas de su bodega. De ella salía un magnífico vino.
¡Cuánta nostalgia nos causan estos recuerdos a los mayores!
Precioso, ¿verdad?.
Pilar Jiménez, nos ha querido regalar este bello recuerdo de la calle en la que nació.
¡Muchísimas gracias, Pilar!
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Imagen cedida por la Fundación Joaquín Díaz de su colección de fotografías de Castilla y León. Postal de la época.
VOLVER A «RECUERDOS DE ANTAÑO»
También recuerdo la mujer que vivía en esa especie de cueva que estaba por debajo de las escaleras. Ahora lo han convertido en un almacén, no se si los jardineros o los de obras.
Os acordáis también de la casa en la que vivía una familia en las escuelas de Allende? Se bajaba por un camino lateral y estaba casi encima de la curva de bajada a la azucarera. Por cierto, el otro día me di una vuelta por el Alcázar y entré en su patio, admirando su interior, por cierto bastante destrozado por la peña que esta allí que no se preocupan de mantenerlo un poco limpio, me encontré en un rincón con una cara que sobresalía de la pared. Alguien sabe algo sobre esa cara?
Yo estuve en el Alcázar hace poco y me dio pena. No vi la cara, pero volveré para verla. La Sra. que vivía al aldo de la urna, debajo de las escaleras, se llamaba Benita, la esposa del jardinero. Cuidaban muy bien el paseo. Los que vivían en Allende, eran el Sr. Domingo y las profsoras Doña Lola y su hermana. Un poco más abajo, vivían dos amigas mías, Cata y Marce, en la cueva de Sta. Teresa. ¿Habeis conocido esa cueva?
Un saludo PILAR
!!vaya, el señor Domingo era el portero de las escuelas cuando yo asistía a esas clases. Uno de sus hijos vive en Toro y a su hermana no la volví a ver desde que salió de Toro.
Sí, era preciosa, pero me parece que luego, cuando ya dejaron de vivir, vino un iluminado y se puso a construir como pequeñas habitaciones para estudiantes o turistas o algo así. Bueno, algo que creo que no se llegó a utilizar y al final, se hundió todo por abandono. Con el tema de la cara es según entras al patio y giras la torreta central, a la izquierda. La verás en la pared del fondo, es muy curiosa. Si se pudiera añadir una foto, lo haría, pero no se cómo hacerlo aquí.
saludos.
Me gustaría saber por qué sabes lo de la cueva. No toda la gente la conocía. Efectivamente, me han dicho que se hundió ¿Viviste por alli?
Saludos
Saludos Pilar. No viví por allí. En aquellos años yo vivía en Morales de Toro, pero los fines de semana los pasaba en Toro como toda la juventud de los pueblos y me gustaba mucho callejear y pasear por el Carmen, por Allende (mis primeros besos fueron allí), el Cristo, los Pinarillos del Canto antes de que el cura pusiera la puerta y nos jorobara a todos uno de los mejores sitios que había para ver el río. Yo paseaba hasta por el cementerio. Toro, tiene muchos lugares escondidos que son, o eran muy bonitos de visitar, y como imaginarás, no soy un adolescente para conocer aquello. Es que ya tengo mis años.
Pues yo vivía en la carretera de la estación, después de la curva de Villa-Anita, ¿lo recuerdas?. También recordaréis la Cueva de Santa Teresa que estaba al terminar el camino que bordeaba las escuelas de González Allende, ahora instituto de F.P. !!En fin!! que aquellos tiempos fueron bonitos e importantes en nuestras vidas. Me gustaría saber el paradero de compañeras de clase de quella época. Si sabéis de alguna, comentarlo en este medio tan importante e increible como es la informática y estos espacios sociales. Un saludo desde Valladolid de una Toresana…
Hola, Mª Jesús. Gracias por tu participación. Ojalá, que gracias a VINOTOROTECA puedas reencontrarte y saber de tus antiguas compañeras de infancia. Saludos.
Un primor de relato y de web. Felicidades a todos.
El lunes día 23 de este mes, a las diez de la noche en rtvcyl espero vuestra compañia.
Abrazos enormes.
http://www.flickr.com/photos/asturconmar2/6735707885/
Muchísima gracias, Marcos. Sin falta, el próximo día 23 te veremos, y habrá que incluirte en el apartado de «toresanos ilustres».
Saludos.
Fotos antiguas de mi ciudad
Intentaré colgar más fotos de Toro y Toresan@s.
Hola, Mª Jesús. Si quieres compartir fotos que tengas, envíalas a vinotoroteca@gmail.com y las subiremos a la web. Muchas gracias y saludos.
De pequeña iba con mi hermana y vecinas todos los dias a la Escuela Gonzalez Allende y pasabamos por el paseo del Carmen, lo que mas me gustaba, era en mayo que se llenaba de rosas con un olor maravilloso, conoci a la señora de la casa al lado de la escalera y su familia, ademas entonces vivian en las casas al lado de la escuela, el portero Sr. Domingo y su hija, y al lado Dª Angeles que era la directora de la escuela, todo ese trayecto me trae fantasticos recuerdos. En los recreos a veces nos ibamos a ver a la señora de la cueva, la llamabamos LA CUEVA DE SANTA TERESA, yo estuve muchas veces. Ese paseo del Carmen sigue siendo precioso por toda la vista que tiene.
¡Qué bonitos recuerdos, Carmen! Solamente por vuestros comentarios y ver con que cariño los hacéis, ya merece la pena todo el trabajo de VINOTOROTECA en pensar los temas, recopilar información, redactar, … Un abrazo.
El paseo del Carmen……
He encontrado los comentarios y puedo seguir contando algo más sobre él .
Yo nací en esa casa especie de cueva que describe Lincon, y viví hasta los trece años, cuando con gran disgusto de mi padre nos fuimos del “Paseo”(Mis padres, que si los tuviera que haber elegido, no creo, que hubiera tenido tanta suerte).
Puedo asegurar que cuando voy a Toro uno de los mayores placeres que siento es sentarme en la barandilla y ver la casa de mi infancia, Villa Anita, la vega, la azucarera, la estación, el puente de piedra, el Cristo, Monte la Reina el Bahuero, y tantos recuerdos.
Del entorno del paseo y de las personas no quisiera decir nombres por si se me olvida alguien, porque todos han sido muy queridos. Solo mandarle un beso a Pili que por ella descubrí esta página.
El paseo empieza al final de lo que llamábamos el “empedrao” y lo primero que nos encontrábamos era el “Fielato” (una pena que no se conserve alguna foto). Yo todavía lo recuerdo y a los que en él trabajaron.
Entre la carretera y el paseo estaba el pilón, donde abrevaban los animales que subían del campo.
Las casas de por debajo fueron construidas después.
Desde el fielato hasta el final del paseo eran viviendas. Unas tenían acceso por el paseo y otras por las calles de arriba (S. Marcos, la prisión, creo recordar).
También había unos corrales, que eran de Pepe el lechero (Pepelechero, decíamos).
Todas esas viviendas tienen nombre para mí y recuerdo a los que entonces vivían en ellas con mucho cariño, pero el protagonista es el Paseo del Carmen, no mis añoranzas.
Terminado el paseo empezaba “Allende”, donde estaban las antiguas escuelas de la fundación, la cueva y los pinarillos.
Cerca, las eras , donde trillaban, aventaban y limpiaban el trigo o la cebada para separarla de la paja.
Desde el Carmen veíamos los carros cargados de remolacha que iban a la azucarera, los que con espigas iban a la era y los con uvas iban a las bodegas.
Recuerdo siendo muy niño, a los mayores que se reunían para contar sus “batallas”, y siendo un mocoso como amargábamos a las parejas espiándolas entre los rosales.
El Paseo no se puede separar de la plazuela del Carmen, de la Iglesia del Carmen (de la que fui monaguillo), de todas personas que vivían en ese entorno, y de las Carmelitas, que siendo de clausura, y aunque entonces no se dejaban ver, eran muy visitadas por los toresanos en general.
Repito, guardo un inmenso cariño y a los que alguna vez he tenido la suerte de compartir parte de vida y espero seguir viendo, cuando voy a Toro.
Podría seguir escribiendo muchas páginas más, pero creo que seria más por nostalgia que por el “PASEO DEL CARMEN”.
Si habéis tenido la paciencia de leerlo, gracias y saludos para todos.
Jesús de la Iglesia Alvarez.
Muchísimas gracias, Jesús, por compartir tus recuerdos con todos nosotros.
¡Precioso viaje al pasado!
Los «algo más mayores», seguro, que al leer tu entrañable descripción del Paseo del Carmen se emocionarán al recordar.
Un saludo.
Del Paseo del Carmen también hay que decir que era el camino que nos llevaba a la escuela de Allende, hoy instituto de F.P. Cuando pasabamos por allí, nos comíamos los pámpanos de las acacias, y en la ermita del Carmen solíamos pedirles a las monjas, a través del torno, el riquísimo pan de angel que a mí !!!Me encantaba!!!.
Un saludo.
Yo tengo también un maravilloso recuerdo del paseo del Carmen, iba con mi hermana y mis vecinas todos los días a las escuelas de la Fundación Allende, nos lo pasábamos genial. Recuerdo sobre todo el mes de mayo que estaban todos los rosales llenos de rosas y el olor era fantástico, también comíamos los pampanos que se caian de los arboles, a veces íbamos buscando charcos en el invierno para meternos dentro, después estaba Villa Anita y nos asomábamos a verla, luego la casa de Doña Angeles que era la directora de Allende, y la casa del señor Domingo que era portero bedel, de todo. A mano izquierda teníamos las eras. Unos recuerdos maravillosos de pasar por el PASEO DEL CARMEN al ir a la escuela.
Que sentimiento me causa ese pasado tan hermoso que vivimos de niños, recordando la familiaridad que teniamos entre los vecinos. Ahora nadie tiene tiempo para eso, solo existe la televisión y el ordenador. Jesus : sigue así, recordando cosas buenas que parece que olvidamos
Jesus me he emocionado al leer el relato , pues es cierto eramos un modelo y ejemplo de vecinos , quiza sea esta la causa de lo que sentimos .Gracias a todos . ¿¿Recordais aquell@s nñ@s que vendian barquilos ?? besos para todos
Me gusta mucho escribir. No he podido por causas personales, pero a lo mejor lo hago otra vez, pues Toro tiene cosas suficientes para comentar. Vinotoroteca lo demuestra . Algien podria participar con cuentos o relatos cortos como los que tiene VinoToroteca en esta pagina, pues bien lo merece y Toro tiene personas que saben escribir cosas muy bellas. Os quiero a todod@s los Cermeñicos. Recibiir mi mayor cariño.
Siendo de Morales conozco casi todo lo que se describe, hoy mi casa tiene tres balcones y salida directa al Paseo, aunque la entrada normal es por la calle de San Marcos. Añado algún comentario “ interpretativo”: Lo que llamáis cueva de Santa Teresa era una salida de emergencia del convento del Carmen y posiblemente de otros por conexiones subterráneas . Cuando se construyó el centro escolar actual yo vi en su zona central un gran hundimiento cuyo fondo coincidía aproximadamente. Con el piso de la cueva y la recta de unión de la salida de la cueva y el hundimiento llevaban directamente al convento. En cuanto al portillo , como su nombre indica, era una salida secundaria de la muralla donde se ubica. Esa “ cueva “ sería realmente el portillo” hundido posteriormente en algún punto . La escalinata no es más que un acceso posterior para salvar el desnivel de la muralla y su base finde se encuentra actualmente el paseo. En la construcción de las casas del rincón calle hornos y San Marcos yo he visto galerías profundas paralelas a la muralla.
Muchísimas gracias por sus aclaraciones y compartir sus recuerdos con nosotros, Antonio, e igualmente, muchas gracias por visitar Vinotoroteca. Un saludo.