Según un reciente estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Purdue, en Estados Unidos, el tomar una copita de vino tinto nos puede ayudar a luchar contra la obesidad.
Al parecer, esto sería posible gracias al pieceatanol, un compuesto derivado del resveratrol presente en el vino tinto, y que es capaz de bloquear el desarrollo de las células grasas.
El proceso sería el siguiente:
Cuando ingerimos una copa de vino tinto, el resveratrol presente en él se transforma en pieceatanol, y en ese momento comienza su trabajo de retardar e incluso bloquear la creación de células grasas en nuestro organismo.
El problema es que el pieceatanol se degrada y pierde sus cualidades muy rápidamente una vez que entra en el torrente sanguíneo.
El estudio sigue en marcha, y seguro que dentro de poco nos dirán que ya no hace falta ponerse a dieta para adelgazar, sino tan solo tomar una copita de vino tinto de Toro.
Fuente: Comunicado de prensa de la Universidad de Purdue. 4 de abril de 2012.