A todos nos duele en alguna ocasión la cabeza, y lo que hacemos es ir rápidamente hasta nuestro botiquín o la farmacia más cercana para comprar un analgésico que nos calme.
Sin embargo, hay algunas «pequeñas dolencias», para las cuales, unas copitas de vino, siempre tomadas con moderación, son lo ideal para mejorar.
Seguro que muchos de vosotros ya lo habéis probado y nos podéis confirmar, sin la menor duda, que son muy efectivas.
En concreto, hay 4, cuyos síntomas remiten rápidamente:
– Que estás un poco desganado y tristón: Con 2 copitas es suficiente. A partir de la 3ª, la carcajada está asegurada, y si las copas las tomas en buena compañía con tus amigos, antes de probar la primera ya estarás sonriendo.
– Que estás perdiendo un poco de visión: a partir de la 3ª copa, tu visión irá aumentando, y después de la 4ª, te aseguramos que ya «verás doble». Pero de ahí, no pases.
– Para el dolor de pies: ¿Estás muy cansado y te duelen los pies? Unas copitas y ellos te lo agradecerán. Después de unas cuantas, no pararán de bailar. Pero recuerda: siempre hay que beber con moderación.
– Para la afonía y dolor de garganta: Es necesario tomar 3 o 4 copas, y a partir de la 5ª, incluso cantarás el «Asturias, Patria querida» a todo volumen.
Porque como decía Charles Chaplin, «El día que no rías, es un día perdido». Vinotoroteca ha intentado haceros sonreir. Si lo ha consegido, ¡estupendo!, y si no, otra vez será.