Seguramente, si leemos una guía turística sobre la ciudad de Toro, un libro que relate su historia, una revista de viajes o una reseña que se haga sobre la ciudad en cualquier medio de comunicación, de lo primero que nos informarán, es que Toro está declarada como “Ciudad de Interés Turístico y Conjunto Monumental Histórico Artístico”.
Después de leer tan «rimbombante» título, no nos quedará ninguna duda de que Toro es una ciudad digna de ser visitada, y que estará llena de historia, monumentos y rincones bellos para conocer, y si esto es lo que hemos pensado, por supuesto que habremos acertado.
Pero lo que seguro que casi nadie sabrá exactamente, es porqué se le concedió este título y qué es lo que ello implica.
Para los más curiosos, aquí tenéis el texto original del decreto de 24 de octubre de 1963, publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE), por el que se declara «Conjunto Monumental Histórico Artístico» toda la ciudad de Toro.
Si queréis ver la página original del BOE en la que se publicó, el siguiente enlace os llevará hasta ella.
La gran importancia histórica y artística que ha tenido la ciudad de Toro hace que todavía muestre en sus monumentos, calles y plazas, recuerdos de lo que fue aquella ciudad, con el brillo y la pujanza de Castilla en los tiempos medievales.
Diversas vicisitudes la conmovieron, siendo en el siglo XIII cuando comenzó a cobrar importancia.
En 1475, Alfonso, Rey de Portugal, tomó la ciudad, donde se defendían los partidarios de la Beltraneja.
Tras la batalla de Toro, la Reina Católica es exaltada al poder, y la ciudad entra a formar parte de la Comunidad Hispánica.
Su valor artístico está patente tanto en sus edificios religiosos, algunos de los cuales ostentan la categoría de monumento histórico-artístico, tales como la Colegiata de Santa María la Mayor, la Iglesia de San Lorenzo, la del Salvador, la del Santo Sepulcro, el Convento del Santo Espíritu, Iglesia de San Pedro del Olmo y Santa María de la Vega, como en sus numerosos palacios y casas blasonadas que evocan el recuerdo de aquellos gloriosos tiempos.
Con el fin de evitar que en esta interesantísima ciudad se lleven a cabo construcciones y reformas urbanísticas que poco a poco mermen sus valores histórico-artísticos, tan bien conservados hasta nuestros días, procede colocarla bajo la protección del Estado mediante su declaración de Ciudad Monumental.
Por lo expuesto, a propuesta del Ministro de Educación Nacional, y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día 11-10-1963
DISPONGO:
Artículo primero – Se declara conjunto monumental histórico-artístico, toda la ciudad de Toro (Zamora).
Artículo segundo – La Corporación Municipal, así como los propietarios de los inmuebles enclavados en dicha ciudad, quedan obligados a la misma estricta observancia de la Ley del Tesoro Artístico Municipal y de Ensanche de Poblaciones.
Artículo tercero – La tutela de este monumento, que queda bajo la protección del Estado, será ejercida por el Ministro de Educación Nacional.
Así lo dispongo por el presente Decreto, dado en Madrid a 24-10-1963.
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Gracias por el seguimiento que le haces a Toro
Esta declaración también implica algunas exenciones fiscales en cuestiones de rehabilitación de inmuebles.