Mientras pensaba en nuevas cosas para ofreceros en Vinotoroteca, me encontré con una fotografía de una postal antigua de las «aceñas del vado de Toro».
Los más veteranos recordaréis perfectamente estas aceñas, y seguro que tenéis un montón de recuerdos y anécdotas vividas en ellas. Más de un chapuzón os abréis dado por allí, ¿a qué sí?.
Pues con esta foto, inauguramos la sección «Recuerdos de antaño».
Nos encantaría que todos participéis, y si tenéis alguna fotografía especial, de esas que aunque ya están amarillas y arrugadas, guardamos con todo el cariño del mundo, y queréis compartirla con nosotroos, Vinotoroteca os ofrece un espacio especial para todas ellas.
Podéis enviarla por correo electrónico, y si nos contáis porqué es especial para vosotros, mejor que mejor.
Aquí os dejo una breve reseña de las primeras protagonistas de esta nueva sección: Las aceñas del vado de Toro.
Su primera construcción data de los siglos XI y XII, y dejaron de funcionar en 1961 debido a la rotura del azud por la presión del agua.
La palabra azud es de origen árabe y es una pequeña presa que se construye para elevar el cauce de un río y que el agua vaya a las aceñas.
Las aceñas son construcciones que se situaban en el cauce de los ríos, y allí, aprovechando la fuerza del agua, se situaban molinos para moler los cereales y obtener harina.
¡ LA PLAYA DE TORO !
La de recuerdos que me trae ese lugar son tanto buenos cómo peores. Me quedo con los primeros con sabor a tortilla de patatas y chorizo sobre la manta extendida en el suelo y la gente del pueblo compartiendo y disfrutando de ser felices con tan pocas cosas.
Gracias por el recuerdo.
GRACIAS a ti, Marcos, por compartir con tod@s nosotr@s el recuerdo de esas tardes de merienda en las aceñas. Un saludo.