– ¡Hola, abuela! te presento a Pablo. Es un compañero de clase que no conocía Toro y este fin de semana lo he traído de visita.
– Vaya chiguito majo que es tu amigo. ¡Ya verás qué bien lo pasas aquí!
Y mientras nos acomodábamos, el teléfono de Pablo sonó:
– Sí, me he traído el IPhone y el MAC, así que ahora te envío mi e-mail por Whatsapp y te agrego en Facebook.
Mi abuela que es muy salada y tiene mucha guasa, mientras escuchaba la conversación, me miraba con cara de:
– Este amigo tuyo se va a enterar. Mucha palabreja moderna pero yo le voy a ganar.
Y la batalla comenzó, ja, ja, ja.
– Venga, «aviaros», que voy a preparar el «gabis» por si ya tenéis «gusa». Y Pablo, al pasar por el patio, ten cuidado no te «embrociques» contra la «purridera», que está «furruñosa».
Pablo se quedó mirando a mi abuela sin saber qué decir, mientras ella sonreía picarona.
Ya de vuelta al comedor, nos sentamos a la mesa, y mi abuela retomó su «ataque»:
– Pablo, ten cuidado con los «garabolos» no te vayas a «añusgar», y no seas un «bausán» como mi nieto, que se «encopeta» tanto el plato que le va a dar un «torzón».
Pobre Pablo, no pillaba una, y mi abuela cada vez más animada:
– Y ahora al terminar podéis ir a un «velador« a tomar unos «jariguays» mientras «cuzeáis» un rato.
La cara de Pablo era todo un poema y ya no pudo resistir:
– Perdone, señora, pero… ¿en qué idioma habla?
– «To», en toresano, «chiguito», en toresano.
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Nota: Por si algún lector no habla el «toresano», aquí tiene un enlace al «traductor».
Es buenísimo y nos hemos escojonao de la risa. Gracias
MIAQUIII, ESTE CHIGUITO QUE COSICAS DICE, PERO SON MUY MAJICAS. QUE RIQUINO ES